lunes, 11 de febrero de 2013

iPhone: Calidad pura o pura Mercadotecnia

¿Calidad superior, estatus social, moda, manipulación comercial?

Desde sus inicios y consolidación ha sido innegable la diferencia que ha marcado Apple en el mundo de las computadoras con una calidad superior y un performance excepcionalmente confiable. Aunque nunca ha sido una opción accesible para todos los usuarios, ha construido una percepción en el público como un escalón por encima de todo, lo que hace pensar que el precio de un producto bien sustentado, puede convertirse en una virtud más que en un defecto.

Los productos de la "manzana"  se convirtieron en un fenómeno del que no era posible explicar que una sola compañía fuese capaz año tras año de sorprender a sus competidores presentando productos revolucionarios que se anticipan a los esfuerzos de la competencia.

Apple presentó el iPad2 cuando sus competidores aún estaban en tímidos intentos de lanzar sus productos equivalentes. iPhone no fue el primer smartphone, ni siquiera el primero en usar pantalla táctil (de hecho lo fue el Ericsson R380 del año 2000) pero de alguna manera consiguió dar en el clavo del form factor y ahora es raro que haya un smartphone que no se parezca al de Apple.


Y todo indica que el éxito radica en parte muy importante, en las estrategias casi siniestras de la empresa para obtener y mantener el control del mercado; una de ellas es que Apple paga el coste de producción de componentes que se usan en los dispositivos de su marca, reservándose una exclusiva de entre 6 y 36 meses sobre dichos componentes. Esto significa que en algunos casos pasan hasta 3 años antes de que alguno de sus rivales pueda utilizar ciertas tecnologías, pudiendo por tanto presentar productos difíciles de duplicar por otras marcas.

Otro punto vital que ha llevado a esta empresa al paraíso es el diseño (responsabilidad de Jonathan Ive), que ha encontrado sin duda su lugar entre los fetiches de nuestro tiempo. Para algunos hasta su presencia significa clase. Aunque no estemos entre los obsesionados con las marcas, todavía el iDiseño y el iEstilo son algo que merece la pena ser analizado como fenómeno actual, para explicar ese susurro al oído que es un deseo secreto de muchos: un agradable toque de nobleza y clase en nuestro bolsillo.



Más a fondo descansa la realidad de la política de fidelización del cliente llevada a cabo por Apple. Cada tres meses es sacada una “nueva y mejor” versión de algo que ya nos tiene encantados y es casi inevitable, si no por razones económicas, proceder inmediatamente a la compra. La popularización del iPhone, por ejemplo, ha quedado en la mayoría de los casos en manos de los operadores móviles locales. Varios juegos y competiciones regalan artículos de la serie iPod pero ellos ya son bien conocidos. Después de la presentación de lanzamiento de un producto por parte de la compañía parece que lo nuevo de Apple se convierte en noticia. Multiples páginas y blogs hacen eco de ello y así se agita la web creando la i-manía. En todos nosotros vive la sensación de que Apple y solo Apple tiene siempre lo mejor en tecnología. Pero, ¿quién esta seguro de eso en realidad?. Apple ha logrado poner ansioso al mundo por poseer algo que aún no ve.

La última fiebre por Apple fue la del iPhone 5, desde Australia hasta Tokio pasando por Londres y Nueva York miles de aficionados desafiaron al clima y el cansancio por las largas filas de espera para finalmente tener en sus manos la mañana del viernes el ansiado smartphone. Las tiendas de Apple y los distribuidores del teléfono inteligente en diferentes partes del mundo advirtieron de una gran demanda que podría superar la capacidad de la compañía Apple. Algunos analistas estimaron que Apple vendería más de 10 millones de iPhone 5 en los primeros meses, lo que estimularía la economía estadounidense en $3, 2 mil millones durante los últimos cuatro meses del 2012.

Sin embargo, nada es eterno y parece que el éxito ha empezado a mermar. Apple redujo los pedidos de pantallas de LCD y otros componentes del iPhone 5 este trimestre ante una débil demanda, informó el lunes 11 de enero el diario financiero japonés Nikkei, en una muestra más de que la firma estadounidense está perdiendo terreno en el mercado de teléfonos inteligentes ante sus rivales asiáticos. 

Apple le pidió a Japan Display, Sharp y a la surcoreana LG Display que reduzcan a la mitad el suministro de pantallas de LCD, desde el plan inicial de unos 65 millones para el trimestre enero-marzo, dijo Nikkei, citando personas familiarizadas con la situación, que añadieron que la firma también recortó los pedidos de otros componentes del iPhone. La medida, si se confirma, coincidiría con la apreciación de los analistas de que las ventas del nuevo iPhone 5 no han sido tan fuertes como se preveía.

El terreno perdido en el mercado mundial de los teléfonos inteligentes es valorado en 200,000 millones de dólares, ante rivales como la surcoreana Samsung Electronics y otros grupos chinos más pequeños como Huawei Technologies y ZTE. Y esto se ha reflejado en el precio de las acciones que cayeron a menos de 500 dólares en la primera quincena de enero.


Los rivales por su parte, captan cada vez más la atención del público con productos que no le piden nada tecnológicamente a un iPhone. Tal es el caso de Samsung, Nokia, HTC o LG que han logrado desarrollar smartphones que no solo roban protagonismo, sino que también superan a la manzana. Samsung, su principal competidor, cuenta con Galaxy Note, Galaxy Nexus y Galaxy S III para hacerle frente, junto con una campaña publicitaria que alimenta inteligentemente la ironía en contra de los puristas y fanáticos de Apple.


El S III incorpora una pantalla de 4,8 pulgadas Super AMOLED HD, un procesador de cuatro núcleos Exynos a 1,4 GHz, Android 4.0 IceCream Sandwich, una cámara trasera de 8 megapíxeles y otra delantera de 1,9. Pero otro dispositivo de Samsung que ha cautivado a los usuarios es el híbrido entre smartphone y tablet, el Galaxy Note. Su pantalla de 5,3 pulgadas, un procesador dual-core a 1.4 GHz y Android 2.3 Gingebread tuvieron tanto éxito que la compañía ha presentado su segunda generación, Galaxy Note II, con una pantalla de 5,5 pulgadas, un procesador Exynos de 1,6 GHz con cuatro núcleos y la última versión del sistema operativo de Android, 4.1 Jelly Bean. 

Por su parte, la familia One puede también ponerle las cosas algo complicadas a Apple, especialmente el HTC One X que cuenta con una pantalla LCD de 4,7 pulgadas, un procesador de cuatro núcleos a 1,5 GHz, 32 GB de almacenamiento, 1 GB de memoria RAM, Android 4.0 IceCream Sandwich, tecnología NFC, cámara trasera de 8 megapíxeles y delantera de 1,3. La familia One se completa con el One S y One V, que permiten adaptar la nueva gama de HTC a las necesidades de los usuarios.

Esto, sin entrar en detalles del resto de los rivales como la familia Optimus de LG, Razr y Xperia de Sony o Lumia de Nokia.

Personalmente estoy en contra de guiarse por la preferencia masiva, la creencia de adquirir un estatus con un producto en nuestras manos o cerrarnos al resto de las posibilidades que muy probablemente satisfagan mucho mejor nuestras necesidades. Sólo plantearía un par de preguntas antes de terminar, al comprar nuestro próximo teléfono, ¿El pensamiento dominante es lo que dirán y sentiremos de tener cierto producto reconocido o estamos buscando algo que se adapte a nuestro gusto y necesidades reales? ¿Podrías vivir con un iPhone en tu bolsillo sin que nadie lo supiera y serías igual de feliz de tenerlo?

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